La historia ha sido una asignatura pendiente para la peruanos, la esquivamos con desdén y pereza, pero muchas veces su recuerdo y análisis nos salvaría de muchos suplicios. En estas elecciones presidenciales varios opinólogos y académicos han comparado la situación actual con las elecciones del 90, con la del 63 e, incluso, al desgobierno y ambiciones de caudillos y políticos del siglo XIX. Pero el recuerdo más inmediato fue el primero que ignoramos. Cinco años de inestabilidad, rabia y desanimo no dejaron lección alguna en nosotros, por lo que los discursos inmediatos parecen hoy, más que nunca necesarios.
El ensayo de Agüero es un texto escrito justamente desde el ahora, que se encuentra a medio camino del relato histórico. Publicado antes de la 2da vuelta ya prefiguraba en sus tesis principales el presente caótico que hoy vivimos. Sin embargo, la apuesta del autor es riesgosa, pues aventurarse a narrar sin mediar una distancia temporal prudente puede arrastrar algunos inconvenientes. Veamos un par: el primero es que el discurso puede agotarse rápidamente, pues los hechos subsiguientes al día de la publicación podrían desbaratar toda conclusión; otro, es que la inmediatez no brinda el sosiego necesario para un análisis más acertado. En todo caso, son licencias que el género ensayístico pueden justificar.
Sin embargo, la propuesta de Agüero no es tanto presentarnos una explicación histórica en estricto, aunque por momentos su formación académica lo incite a ello; la propuesta de Agüero es más militante, un llamado a la acción que resulta muy pertinente, si se me excusa la premura. A falta de ese lapso entre los hechos y el acto creativo, el autor cimienta su relato a partir de su bagaje cultural y sus experiencias personales, donde la sociedad peruana es desmenuzada a partir de un sentimiento omnipresente: el miedo. Y una vez que ha logrado ello, propone una salida a unas conclusiones nada felices.
Las elecciones presidenciales recientes se llevaron en medio de una vorágine de temores, que permitieron visibilizar los odios sobre los cuales hemos construido un proyecto republicano endeble. El racismo, la mentalidad colonial y el egoísmo se mostraron sin caretas, y se parapetaron tras los pedidos de una candidata Fujimori carente de vocación democrática y un sector pequeño de limeños (pero con mucha tribuna mediática) asustados y temerosos de perder sus privilegios (o que temen más aún la apertura de derechos que la democracia propicia).
El texto de Agüero fue presentado a portas de la 2da vuelta, con un espíritu reflexivo que abogaba por demostrar que hay cosas más importantes más allá de este dilema binario en el cual nos vemos enfrascados. Tras una pandemia dolorosísima, dice el autor, ir a votar significó el último gesto ciudadano con miras a buscar la calma perdida.
Las ideas bases del libro son ya casi un consenso dentro de las ciencias sociales peruanas, lo que asombra es que ese relato siga enterrado en los círculos académicos, alejado de la gente y sin estar articulado en discursos políticos mayoritarios. No quiero desmerecer los activismos actuales, pero, incluso, la victoria de Pedro Castillo se debe más al azahar de una crisis sanitaria y al descrédito de los partidos políticos, que a una propuesta ideológica que recoja lo que Agüero y otros tantos nos dicen: este es un país desigual, pobre y racista.
Decía que el libro se articulaba a partir de explicar el miedo en el que hemos vivido los últimos meses, pero también mencioné que su autor no se queda en el mero diagnóstico, no, él nos hace un llamado a la acción. Ese llamado es a entender que los temores no nos llevarán a ningún lado, que lo que amerita nuestra atención y esfuerzo es la construcción de una comunidad solidaria y justa. No puedo estar más de acuerdo con el autor, quien en unas líneas menciona que esta última campaña ha movido en muchos una vitalidad malsana: «una vitalidad enervante que no necesariamente produce virtudes», dice Agüero. Él, en cambio, pide de nosotros algo así como una «vitalidad virtuosa», para lograr paz, justicia, igualdad y hermandad entre los peruanos.
Publicado el 24 de junio de 2021
Cómo votan los muertos
José Carlos Agüero
Lima: La Siniestra Ensayos, 2021